Si tenemos en cuenta cuántas personas viven en la tierra hoy en día, puede ser difícil imaginar que Dios tiene tiempo para cada persona y cada oración. Sin embargo,
A veces nuestra solicitud impacta en los demás y sus necesidades también deben ser consideradas. A veces simplemente no es el momento adecuado. Siempre hay una respuesta, pero puede ser que sí, no, o todavía no.
En una reciente charla a los mormones, Thomas S. Monson, el profeta mormón, habló de cómo Dios responde a las peticiones de oración, tanto grandes como pequeñas. Mormón es un apodo para los miembros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. Le dijo a los tres mil adolescentes, reunidos para presentar el tradicional programa del festival cultural antes que el templo mormón en Kansas fuera dedicado al Señor. Este es un evento importante en cada templo. Los adolescentes de toda el área de influencia del templo se reúnen en sus propias congregaciones para practicar su parte del programa. Sólo en el día de la actuación es que todos llegan a tener un ensayo general todos juntos en el lugar donde se llevará a cabo.
Lamentablemente, hubo problemas técnicos en el teatro ese día. La pantalla gigante no estaba funcionando. Era una gran pantalla de video que vinculaba cada actuación entre sí y también presentaba el siguiente acto. Los adolescentes no podían ensayar mientras estaba siendo reparado. El trabajo siguió y siguió y los técnicos no pudieron encontrar el problema. No sólo perdieron su ensayo, sino que empezaban a verlo como que no podrían llegar a presentarse tampoco. Informaron a los adolescentes del problema y los 3000 adolescentes se arrodillaron en el suelo duro y empezaron a orar por los técnicos. También oraron para que ellos fueran capaces de presentarse correctamente a pesar de no haber podido hacer un ensayo. Habían hecho todo lo que podían, pero necesitaban a Dios para hacer la diferencia. Muy poco después que la oración terminó, los técnicos anunciaron que el problema había sido resuelto.
El Presidente Monson estuvo presente, una de las razones por las que los adolescentes estaban tan emocionados de presentarse, y para el momento en que entró, no había evidencia del problema que había sucedido. La actuación se desarrolló perfectamente, con cada adolescente de alguna manera sabiendo cómo entrar y salir correctamente y cómo interactuar con los otros grupos, a pesar de no haberlo hecho en la práctica.
Un espectáculo de aficionados por un grupo de jóvenes entusiastas podría no parecer tan importante en el esquema eterno de las cosas, pero Dios se tomó el tiempo para ocuparse del problema de todos modos. Entendió que si bien podría no cambiar el mundo, era importante en el mundo de estos jóvenes.
El presidente Monson dijo:
«Nunca deja de asombrarme cómo el Señor puede motivar y dirigir cada parte de Su reino y aun así tener tiempo para dar inspiración respecto a una persona––o una celebración cultural, o una pantalla jumbotrón. El hecho de que puede hacerlo y que lo hace es un testimonio para mí.
Mis hermanos y hermanas, el Señor participa en la vida de todos nosotros. Él nos ama y desea bendecirnos. Desea que pidamos Su ayuda. Conforme Él nos guíe y nos dirija y escuche y conteste nuestras oraciones, hallaremos aquí y ahora la felicidad que Él desea para nosotros».
Lea el discurso:
Thomas S. Monson, Consideren las bendiciones, Conferencia General, octubre de 2012
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Yo creo que Dios hace estoy milagros y tiene la capacidad de hacer muchos más, pero me pregunto por qué no los hace en situaciones mucho más importantes y trascendentes.