jesus-christ-mormon“De vez en cuando, el desánimo puede nublar nuestro camino; la frustración puede ser una compañera constante.En nuestros oídos puede resonar la sofistería de Satanás mientras él susurra: “Tú no puedes salvar al mundo; tus pequeños esfuerzos no significan nada.No tienes tiempo para estar preocupado por los demás”.Confiando en el Señor, desechemos esas falsedades y asegurémonos de tener los pies firmemente plantados en las vías del servicio y nuestros corazones y almas dedicadas a seguir el ejemplo del Señor.En momentos cuando la luz de la resolución se hace tenue y cuando los corazones se debilitan, podemos sentir consuelo en Su promesa: ‘No os canséis de hacer lo bueno… De las cosas pequeñas proceden las grandes.He aquí, el Señor requiere un corazón y una mente dispuesta”.

(”Finding Peace,” (“Hallando la paz”) ”Ensign”, Mar. 2004